Fui feliz porque con migo llegaste,
En mi alborada te albergaste,
Alegremente me acompañaste,
Lentamente me fuiste olvidando
Sin mirar atrás me fuiste dejando,
Solo recuerdos anidaste,
fuerte,
como el paso firme de mi juventud,
Esbelta
como el sol del albor,
Fragante
como aroma del amanecer,
Incansable
como el manantial,
niña
con la primavera,
joven
con el verano,
adulta
con el otoño,
savia
con el invierno tardío
Como se fue la luz en el ocaso,
como se callaron los pájaros en el crepúsculo,
como hoy,
cuando ya casi no siento el olor de los jazmines,
cuando ya casi no cuento más de diez estrellas,
cuando solamente me resigno solo a escribir versos tristes,
en el pedregoso y errático camino del olvido
¡ay¡ de los amaneceres azules,
¡ay¡ de mis tardes grises.
Neblina en los recuerdos,
tristeza olvidada del pasado
traidora vejes de los dolores,
contubernio de la muerte,
tristes recuerdos de un pasado feliz.
- Autor: juan sarmiento buelvas ( Offline)
- Publicado: 27 de febrero de 2015 a las 18:06
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: Claro de Luna
Comentarios2
Tristes pero profundos versos, me gustaron.
Un abrazo
Gracias amigo Boris, feliz día.
Un bello toque de nostalgia. Lindo poema. Saludos
Gracias, Claro de Luna, por tus apreciaciones, Feliz día.
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