Me he pasado casi media vida esperando...
Eres el más cruel de los mentirosos y tu vida es peor que la mía,
pero al menos yo no engaño a nadie.
te has equivocado conmigo una y otra vez,
acercándome a lo que no era,
dando esperanzas.
¿Por qué huyes? ¡Malvado y despiadado!
tú no eres lo que todos dicen, no eres lo que representas.
¡Traicionero!,
haces lo que quieres y dejas huellas.
tengo tanto que entregarte y aun así no estás...
Mientras vienes me refugio en las palabras,
enemigas tuyas a veces, como ahora.
mientras vienes, me refugio en tantas cosas…
Te dije que no quiero pasar por esta tierra sin conocerte,
¡desdichado…! No hagas que te suplique,
y ten cuidado conmigo,
también puedo renunciar y abandonarte.
es más, ahora mismo Te sentencio ,
te daré donde más te duele
y me iré con quien más odias,
tu rival: ese que siempre está esperando,
ese que llaman… “desamor”.
Comentarios4
dura sentencia, pero quizá muy merecida y justa... Saludos y bienvenida, bonito poema...
Hola,buenas tardes,gracias por el recibimiento.Estoy llegando al sitio,primera vez en uno.Espero sea lo que quiero.un abrazo.
Contundente sentencia, muy bien expresada, me gusto y bienvenida
Muchas gracias, me alegra que te guste. un abrazo.
Muy buena sentencia…libre para amar nuevamente. Me gustó.
Bienvenida a este mágico portal
Gracias, que bien ....espero que podamos ser amigas...un abrazo.
Buenos días Catina, al leer tu poema percibo una fina ironía del amor que deseas y hasta esperas, pero al cual decides dar carpetazo, ya que las personas raramente cambiamos; somos como decidimos ser y aún sabiendo que es un mal proceder, la vanidad y el orgullo nos deja inmóviles ante la evidencia. Un mentiroso y mujeriego, salvo contadas excepciones será así toda su vida.
Un beso y una flor.
Alfredo Daniel López.
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