Levanta tu día cada mañana y piensa que ya no está, que no estuvo y que no estará.
Olvida todos sus besos, los que guardes en tu memoria y los que hayas imaginado.
No la llames, ni respondas sus llamados. Esto es clave.
Si la desventura del amor tuviese a bien un casual encuentro entre ustedes, por una estúpida calle que se atraviese en tus deseos de olvido, habrás de tomar cada día una calle distinta, para así evitar caer nuevamente en la emboscada callejera.
Te procurarás un amor nuevo cada mañana, y otro amor y otro.
Verás como a lo último y de tantas huellas de amor,
Las huellas que deben desaparecer se confunden con las otras.
Te queda prohibido recordar su piel jugueteando entre tus dedos,
O su boca desenfrenada tibiando tu piel
O su húmeda voz en tus oídos.
Todos estos recuerdos te serán ajenos a su nombre, pero no a los otros.
Y por último, tiñe su rostro de azul, o de ocre o de violeta,
A no ser que su nombre sea Violeta.
- Autor: Franco (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de febrero de 2010 a las 09:51
- Categoría: Amor
- Lecturas: 154
Comentarios3
Bue-ní-si-mo!!
Que increíble como el amor y la ironía pueden devenir en un poema como éste.
Me encantó.
Besos
HERMOSO POEMA, SOLO QUE OLVIDASTE ALGO PARA EL RECUERDO, CONOCES ALGÚN CAMINO PARA NO RECORDAR?
PRECIOSO AMIGO, SON CONSEJOS A SEGUIR.
CARIÑOS
sabes amigo, no hay mucho que comentar, lo dices todo, la vida se compone tambien de adios y olvido, pero creo que lo que mas fácil ayuda a olvidar es cuando te han herido, así, no ess dificil olvidar
abrazos
taty
Un fraternal abrazo de gratitud por tu comentario.
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