Nací mujer...
Ya en mi vientre la cuna invisible que serviría de refugio a las semillas, se vislumbraba como una luna nueva.
En mis manos sostuve pequeños bebés de plástico a quienes canté canciones de cuna, imitando la voz de mi madre.
Imaginé una casa con bellos jardines, rodeados de árboles frutales y en la sencillez de mis sueños, mi hombre estaba dentro de esa casa esperándome para construir juntos una familia.
Al pasar los años, junto con mis piernas, comenzó a crecer y extenderse un profundo deseo, que como una fuerza invisible iba invadiéndolo todo.
Las lágrimas no tardaron en rodar por mis mejillas, a veces como ríos, otras, lentamente, como una pequeña gota que deja su huella en la arena.
Con los primeros sueños de amor, llegaron también las primeras decepciones, a decirme al oído que no era tan fácil ni tan sencillo, aquel sueño que por momentos, parecía tan remoto.
Pero a pesar de la falta de experiencia y de los consejos, salí a la vida con una sonrisa, escondiendo la tristeza y la soledad que siempre se cernían como una amenaza, cuando en medio de la noche, en mi habitación dejaba volar mis pensamientos.
Me tocó luchar... defendí con uñas y dientes mi verdad. Porque aunque estuviera equivocada, cosa que con el tiempo pude comprobar, para mí, era mi verdad. El amor, ese hombre con el que había soñado, desde muy pequeñita. El que iba a contenerme, a mimarme, a protegerme cuando tuviera miedo, a abrazarme cuando estuviera angustiada, a cuidarme cuando me sintiera sola.
Y si, gané la batalla y después la guerra, con honores y medallas. Un gran diploma que decía que ya era: "Sra. de..." Y me dispuse a representar mi papel como un verdadero soldado.
Nací mujer...
Y en mi vientre de luna nueva se acunaron las semillas y germinaron, estallando y saliendo a la luz, para crecer con su propio tallo, para florecer buscando un rayo de sol lejos de mis manos.
Y vinieron otras guerras, más duras y violentas.
Y yo, soldado de la paz, enarbolé varias veces la bandera blanca.
A veces no es cobardía dejar de pelear. A veces hay que ser muy valiente para callar, para no cerrar el puño, para no claudicar, para quedarse.
Cada mujer tiene su verdad, que es sólo suya. A la cual defiende y debe defender cuando está convencida.
Todo tiene su momento. Hay un momento para deponer armas y hay un momento para empuñarlas.
Si miro para atrás...sé que fui capaz de defender lo mío, que puse el cuerpo y el alma, que no valieron amenazas, protestas entre dientes o gritos desaforados. Que yo, soldado de la paz, tuve que convertirme en soldado de una guerra que no quería, pero que era necesaria.
Nací mujer...
Muchos creen que pueden doblegarnos. Muchos creen que pueden amedrentarnos, violarnos, amenazarnos, callarnos a puñetazos, engañarnos y hasta matarnos.
Y aún lo hacen, aún se quedan con un trozo de nuestra alma entre sus dedos. Aún se quedan con nuestros sueños, nos extorsionan y se aprovechan, nos utilizan y algunos casos también se quedan con nuestra vida.
Aún sonríen, mientras escarban con sus cuchillos en nuestro corazón.
Lo que no saben, o no quieren aceptar, es que las mujeres somos fuertes. Somos mucho más resistentes, que lo que dice esa etiqueta imaginaria, que repite en sus cabezas, que no vamos a aguantar, que no vamos a poder, que no lo vamos a lograr .
Yo nací mujer... y estoy orgullosa de serlo.
En este pequeño rincón del mundo, sigo peleando por mis derechos. Sigo luchando por lo que quiero.
Porque cuando tuve que convertirme en soldado e ir a la guerra lo hice y vencí al enemigo, pero antes, tuve que vencerme a mí misma.
Y de eso se trata, de vencer cada día, de frente al espejo o de cara al sol, nuestros miedos, nuestra soledad, nuestro cansancio, todos esos enemigos, imaginarios o no, con los cuales nos debemos enfrentar.
Soy mujer... y acá estoy... con las manos extendidas, dispuesta a darlo todo, a darme, a reconstruirme, a reconocerme en esos otros vientres de luna, que me reflejan, como si fueran un río.
Porque cada mujer que nace lleva dentro de sí esa fuerza avasalladora que sólo tiene que descubrir, esa fuerza que es capaz, nada más y nada menos, de hacer que continúe la vida.
¡FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER!
- Autor: LIZ ABRIL (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de marzo de 2015 a las 11:37
- Comentario del autor sobre el poema: Dedicado de forma muy especial a todas las mujeres de "Poemas del alma" esperando que cada día Dios las ilumine para seguir adelante en su lucha y no claudicar jamás!!!
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 1130
- Usuarios favoritos de este poema: Alejandro O. de Leon Soto, Lincol, kavanarudén, nellycastell, Soponcio
Comentarios9
Hermoso homenaje a la mujer, de la pluma de una mujer que conoce muy bien acerca de penalidades, desdichas, fortalezas, debilidades, oportunidades y grandes amenazas... Enhorabuena mujeres del mundo... Vaya un obsequio adicional... https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10204937409009410&set=a.4616684409568.176483.1066336291&type=1&theater¬if_t=photo_comment
Muchas gracias por tu presencia en mis letras, por tu comentario y por el gran aporte a nuestro conocimiento con que enriqueces esta reflexión por medio del enlace al final, muy interesante en verdad.
Un afectuoso saludo.
LIZ
Así es amiga querida, grandes luchadoras en los avatares de la vida, superando contra corriente muchas veces las experiencias nos hacen crecer en amor, abrazo y beso tqm.
rosamary
Gracias amiga por tu presencia en mis letras y por tu aporte en el comentario. Espero que hayas pasado un hermoso día y que todos los días venideros sean de felicidad.
Un gran abrazo.
LIZ
Igual para ti mi querida LIZ ABRIL, abrazos
¡Vaya mensaje hermoso que nos dejas leer!......me inclino y te aplaudo., perdóname si derramé una lágrima al leerlo....ESTÁ BELLO Y ENCIERRA TANTA VERDAD QUE......te felicito........UN SALUDO
Gracias Alejandro por tu presencia en mis letras y por tu cálido comentario que me conmueve y me llena de alegría.
Un saludo con cariño.
LIZ
Bellas letras plasmadas con sentimiento y amor. Un mensaje nacida de una mujer con la actitud desafiante de hacerle fente a la vida, dispuesta a sobre pasar los abstáculos que en ella se puedan presentar.
Saludos y fraternos y muchas felicitaciones amiga Abril.
Gracias Lincol por tu presencia y por tu amable comentario. Siempre doy gracias a Dios por la fuerza que me da en los momentos difíciles.
Me alegra mucho que te haya gustado.
Un saludo fraterno también para tí.
LIZ
Hermosìsimo, sentido, profundo.
Es tu verdad, es tu grito al mundo: luché y vencí.
Soldado de paz, soldado de guerra, poco importa, soldado al fin. La que, aún cuando tira la toalla no está vencida, vence.
Siempre te he admirado y hoy aún más.
Aún hay mucho camino por recorrer y espero poder estar a tu lado siempre brindàdote mi amor, mi apoyo, mi fuerza, mi amistad.
Te quiero amiga y confidente querida.
Recibe un fuerte abrazo de mi parte.
Omar
Queridísimo amigo, realmente es un mensaje que sale de los más íntimo de mi corazón. Disfruto mucho de la paz y es algo que me costó conseguir. Muchas noches con lágrimas en los ojos le pedí a Dios poder vivir en paz y Él me escuchó. Pero si algún día tengo que defenderme o defender a los míos... tendré que volver a pelear, aunque no me guste.
Gracias por acompañarme, aunque estemos tan lejos, te siento cerca.
Un abrazo enorme.
LIZ
Un tierno abrazo de mi parte amiga.
Es cierto, a pesar de la distancia, yo también te siento muy cerca.
Te quiero
Kavi
Un belleza este trabajo. Felicidades.
Gracias Jesús por tu presencia en mis letras y por tu comentario. Me alegra que te haya gustado.
Saludos.
LIZ
Fuerte tu narrativa que nos alienta para la vida. Un abrazo
Gracias Nelly por tu presencia en mis letras y tu comentario.
Un abrazo.
LIZ
Buena esa Liz... Tu convicción arrastra y arraza.
Un abrazo.
Gracias Shoss, me alegra que te haya gustado.
Un abrazo, que tengas un excelente martes!
LIZ
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