Me duele el radio
y también el peroné
tráiganme rápido
una taza de café.
Ayer fui a casa
del señor José
y me dio una taza
de sabroso café
Mañana sin falta iré
a casa de Julieta
tal vez me dé café
con unas galletas.
Si me da su dirección
voy a la casa de usted
a probar con papelón
su tacita de café.
Un café sabroso
el que hacía mi abuela
le quedaba gustoso
con sabor a canela.
La taza de café
está bien caliente
como ya lo probé
me quemé los dientes.
Hay una tacita
que chiquita es
allí sabe exquisita
mi porción de café.
En tacitas de peltre
y también en totumas
se siente el deleite
del café y su negrura.
Qué café tan bueno
dieron en el sepelio
que hasta el propio muerto
estaba bebiendo.
Cafecito, cafetero
cafeína, cafetal
sin café me muero
se los puedo jurar.
Café, cafetalero
cafeto descafeinado
el fiel compañero
que tengo a mi lado.
Cafecito tinto
que me quitas el sueño
casi que ni existo
cuando no te bebo.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 10 de marzo de 2015 a las 08:51
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 248
- Usuarios favoritos de este poema: rosi12
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