La blanca y joven sirena
balanceabase en el giro
de una ola tibia y buena
que agudizaba el sentido,
y en el vaivén cadencioso
cual música a mis oídos
disfrutaba a plenitud
de sus intensos silbidos.
Entre los corales rojos
el mar ruge embravecido
y besa su piel de escamas
y allí se queda dormido;
mientras que en los arrecifes
erizado en sus escombros
un caracol vocinglero
se retuerce con asombro.
Y de una manera triste
quiere atrapar la sirena
para luego escabullirse
cuando respire la arena
¡Que fin, que dolor, que pena!
le acompaña al caracol
que se atrevió a conquistar
a mi adorable primor.
- Autor: Alfonso J. Rodríguez M. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de marzo de 2015 a las 01:09
- Comentario del autor sobre el poema: Cuantos seres humanos actúan como el caracol...
- Categoría: Fábula
- Lecturas: 95
- Usuarios favoritos de este poema: rosamaritza,
Comentarios2
A veces nos perdemos en nuestras aspiraciones, de querer volar muy alto.
Gusto en leerte amigo
bambam
Gracias por tu grata visita y por tu amable comentario amigo Bambam!!! Tus opiniones son muy valiosas y de alta significación para este servidor... Saludos desde la distancia.
Alfonzor.
Que hermoso poema mi querido alfonzor, una delicia leerte de nuevo, vanas esperanzas la de aquel caracol, en el deseo de alcanzar aquella sirena, abrazo y beso tqm. amigo
rosamary
Me complace recibir tus visitas mi adorable amiga... Dicen que cuando se quiere se puede, pero hay cumbres que son inaccesibles... Besos y un fuerte abrazo mi Rosamaritza.
Alfonzor.
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