Ser cáustico, de esencia entreverada. Entrañas urdidas sembraron especulación perpetua. Su mente tejía estratagemas. Ambición exacta en pasos precisos.
Con el primer logro bañó su alma en puro oro.
Robó y acumuló vestigios de espíritus ajenos, con la idea de sumar y esbozar una buena naturaleza, una nueva existencia. Imposible. Las partes no le respondían.
Con su última pasada enterró atisbos de escrúpulos. Escrúpulos que más de una vez, tras capitulaciones por su privada bajeza, ansió investir.
- Autor: Meri (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de marzo de 2015 a las 12:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: santos castro checa
Comentarios3
Muchas personas buscan el éxito personal, sin importar a cuantos pise, lo bueno es aparentar, que la vida es lo que premia según su teoría, pero al momento de la ida verá que su canasta está vacía.
Un saldo cariñoso querida María.
Vacíos y huecos... Gracias Gastón.
Cariños,
Meri.-
Que bárbaro...mucha fuerza tienen esas palabras...ánimo rapsoda...
=) Grscias.
Saludos,
Meri.-
Hay muchos actores en esta vida...pero con el tiempo se les va conociendo, se les retira la mascara y se les ve su verdadero rostro...¡pobres!.
Un abrazo.
Y así van quedando... Solos, en ruinas internas.
Cariños, Anbel.
Meri.-
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