Soledad.
En la soledad, he oído el chirriar del silencio, y al viento que mece las hojas como si fuera un huracán. La soledad, te afina los sentidos y te adormece el alma. Los recuerdos humedecen los lacrimales, e incluso un pequeño recuerdo, desencadena el alud de la melancolía. La nieve del Ártico y su viento helado te hacen seguir andando, aunque necesites dormir. Duermes poco, pues temes que al despertar sigas soñando.
Nunca estuve realmente solo, pues tenía a mi perro que seguía, con el compás de su rabo, mi triste melodía y mi guitarra hueca de caverna con huesos.
Pero hay que hacer camino aunque estés descalzo, aunque tengas ampollas y tu brújula se desoriente.
Y anduve.
Amor.
Surge a veces de improviso. En una cena de amigos, noté, tras cantar en la sobremesa una canción de amor (“Sorry seems to be the hardest word”. Elton John ), la mirada fija de unos ojos claros enmarcados en su bello pelo castaño.
Hablamos, reímos, salimos y sentimos ese magnetismo de almas solitarias, que como un poderoso imán unió nuestros sueños y nuestros cuerpos.
Llegó ese amor, hasta el punto que ella dejó su piso, y vino a casa, pues cada minuto de ausencia, tenía demasiados millones de segundos.
Convivencia.
Casi un año maravilloso de amor. Cupido no se cansaba de lanzar flechas, como un Robín Hood enfurecido.
Poco a poco empecé a escuchar: este mueble bar no debía estar aquí. Pondremos un sofá y una mesita. Las cortinas hay que cambiarlas, ese color no le va a la habitación. Necesito más espacio para organizar mis cosas.
Las fotos enmarcadas de sus hijos, substituyeron a las de los míos. El cuarto de baño se llenó de cremas y perfumes extraños.
En fin, el tiempo y Cupido, que agotó sus flechas, acabaron en otra mudanza. El mismo camión
otra vez en la puerta, que además se llevó mi televisión HD.
Libertad.
Mi casa volvió a ser lo que era. Mi perro era libre y yo también sentía esa sensación de libertad
y alivio.
¡Oh libertad!, tu precio es caro, pero mereces la pena.
Volveré a amar, ya no estoy triste Pero cada uno en su casa. Solo así dura y mantiene dura la unión.
- Autor: Soplo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de marzo de 2015 a las 20:11
- Comentario del autor sobre el poema: Cualquier parecido autobiográfico, es pura coincidencia ,Es producto de la imaginación y observaciones. Siento que el final no sea romántico, es simplemente real en bastantes ocasiones.
- Categoría: Humor
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: Gisela Guillén, jarablanca, Libra *M*, soki
Comentarios3
El final no es romántico, pero todo lo que nos cuentas, es absolutamente cierto. La convivencia no es nada fácil, y cuando empezamos a ceder espacio y libertad, (cosa inevitable por otra parte) empezamos a ver los defectos del otro, sus fallos, sus carencias...y llega el momento de decidir si aceptamos o rechazamos esa situación, y cuada cual decide lo que le pide su corazón.
Como siempre me encantó leerte.
Un abrazo grande, mi querido amigo.
Tienes razón, el final no es romántico rosa, mas bien marroncillo. Aunque la búsqueda de la libertad, puede considerarse romántico-épico.
Y es que la vida en rosa ,como cantaba la Piaff, nunca es eterna. a veces ni siquiera muy duradera.
De acuerdo contigo, y es que también depende mucho de las edades y circunstancias.
Un fuerte abrazo querida amiga.
Efectivamente la convivencia es siempre difícil, tal vez porque el egoísmo hace acto de presencia la mayoría de veces, tal vez porque no asumimos que nuestra libertad termina donde empieza la del otro. Nunca es bueno querer imponer nuestros gustos, nuestras ideas... hay que ceder y ver las cosas con los ojos de la otra persona.
Pienso que esos roces, además de en la intimidad, también se producen con los amigos, el trabajo… si no se sabe respetar a los demás siempre habrá fricciones y malos rollos.
Hay una frese o proverbio, que dice: Antes de juzgar a alguien, cálzate sus mocasines y anda con ellos. Tal vez no sea exactamente lo que has narrado, lo que define esta frase, pero pienso que si antes de tomar una decisión, en algo que compartes con otra persona, te pones en su lugar y piensas si te gustaría que hicieran eso con tus cosas, tus gustos, tus pertenencias... la convivencia sería más armoniosa.
Petonets y feliz domingo,
Dolors
Gracias por tu acertado comentario. Todos tenemos nuestras manías y forma de ver las cosas. A veces chocan, otras se adaptan con facilidad cuando las personas son compatibles. Imposible coincidir en todo. Creo que el secreto está en respetar el terreno del otro, dentro de lo razonable y dejarle su espacio sin inmiscuirse. Y en lo referente al espacio común, no tomar decisiones unilaterales sin comunicación.
Todo eso está muy bien, pero solo con tolerancia, comprensión, y flexibilidad se consigue una convivencia feliz.
Bueno, ¡qué rollo!. Tu eres un encanto, y declamando convences a cualquiera. Ja ja ja. Es verdad.
Petonets maca.
Pues a medida que se avanza a la fase de la convivencia, el estilo se hace ,casi necesariamente, mas prosaico. Yo me lo tomaba con humor mientras escribía. Como un divertimento.
Sí ,me di cuenta hace una semana o así, de la ausencia de Alberto. Ya estuvo una temporada ausente, pero volvió con su brillante fecundidad poética. No tengo idea del motivo, pero si que lo echamos mucho de menos. Lo he leído posteriormente en Facebook, y me he alegrado, pues eso parece descartar motivos de salud o problema serio.
Sereno pues os espero
con la pluma enarbolada,
a vos, noble Caballero
de brava y certera espada.
Sé que es desigual batalla
mas con bravura y coraje
habré pues de dar la talla,
como exige mi linaje.
Jajaja Un fuerte abrazo.
Por cierto, tu relato está magníficamente estructurado y la impecable narración, te lleva por la senda de la intriga como si fuera una película, pues tus letras hechizan la imaginación e iluminan el escaboroso escenario.
¿Has tenido noticias de Alberto?
Justo ahora acabo de comentarlo, y como dicen en Facebook: Johnny te ha mencionado en esa foto.
Un abrazo galáctico, poeta.
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