El sol se aleja en el horizonte
y sus rayos tibios ya no arden,
el crepúsculo asesinó a la tarde
y se vistió de luto con la noche.
Por ese cadáver vespertino
el viento gime de dolor
y el pétalo de cada flor
llora con gotas del rocío.
A la tarde inerte y fría
la enterraron sin epitafio,
y el viento a su pelo lacio
unas trenzas le arremolina.
Víctimas de crueles asesinatos
las tardes cada día sucumben
y mientras los cirios del cielo alumbren
habrá puñales arrebolados en el ocaso.
--------------
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela
- Autor: Diaz Valero Alejandro José ( Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2015 a las 08:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: DELICADA ABRIL
Comentarios1
Gran verdad sobre esos asesinos sin conciencia
que te arrebatan hasta la vida sin ningún
escrúpulo, me ha gustado el poema
Jajajaja buen comentario tocayo. Gracias muy amable de tu parte. Un abrazo!
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.