Este es el triste país de las vidas perdidas.
Donde las luces se apagaron alguna vez.
Donde en 1976 la libertad y la justicia fueron exiliadas,
por la hipocresía y los genocidas.
Donde las grandes máquinas de metal volador,
piloteadas por grandes dinosaurios asesinos.
Empujaban a las bellas aves que cantaban sin importar nada,
hacia un inmenso rio de plata,
para silenciar sus cantos.
Donde un rey borracho,
intentó luchar contra una dama de hierro.
Y lo único que consiguió,
fue que miles de jóvenes mueran.
Donde grandes monstruos,
atrapaban a guerreros silenciosos que luchaban por un mañana.
En una mansión abandonada.
Y los hacían hablar con una maquina eléctrica.
Éste es el tiste país de las vidas perdidas.
Donde las luces se volvieron a encender.
Donde las aves volvieron a cantar.
Donde los chicos volvieron a jugar.
Donde ya no existen ni monstruos ni dinosaurios.
Donde los genocidas y la hipocresía fueron exiliados,
y la libertad y la justicia volvieron a su hogar.
Éste es el que en algún momento fue el triste país de las vidas perdidas.
Éste, es ahora el gran país de la memoria.
De los pañuelos blancos,
y el nunca más.
- Autor: Octavio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de marzo de 2015 a las 02:55
- Comentario del autor sobre el poema: Hace años, 3 asesinos tomaron el control de mi país, bajo la excusa de venir a "reorganizar" todo... Ciertamente, lo que menos hicieron fue organizar algo, todo lo contrario. Lo único que consiguieron, fue romper con toda posibilidad de que se pueda generar un acto democrático, ya que el golpe, inició casi un año antes de las elecciones. Le quitaron al pueblo, la posibilidad de luchar y arreglar la situación de su país. Y a la población, todos sus derechos. Hoy, esa herida ya cicatrizó, pero aún sigue doliendo...
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 130
- Usuarios favoritos de este poema: Aquiles Mirmidon
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