Nos bebíamos
cual sedientos peregrinos
que cruzan el desierto,
nuestras pieles se doraban
bajo el Sol y con la Luna
-con tanto calor-.
Nos mirábamos,
¡ah sí, cuánto nos mirábamos!
Las caricias sin manos
-tan sólo con los ojos,
con el pensamiento-
hacían de nuestros momentos
instantes callados
de letargo y de pasión
posible lo imposible
poseerte sin tocarte
beberte en un solo trago
y luego
luego saborearte.
En Viajera sin Rumbo II
- Autor: Viajera sin Rumbo ( Offline)
- Publicado: 25 de marzo de 2015 a las 11:31
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 102
- Usuarios favoritos de este poema: Aquiles Mirmidon
Comentarios3
Un placer leer tu bello y sentido poema lleno de erotismo y sensualidad.
saludos.
Santiago
Amiga:
Un verdadero placer viajar por tus versos llenos de sensualidad y pasión. Me gustó leerte, ha sido un encanto pasar por aqui.
Un Abrazo Y Bendiciones,
Romantiko_777
Poema con sutil sensualidad. Un placer leerlo.
Saludos
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