El sol se fue en un lamento, mi decisión fue ausentarme
No por locura ni miedo, fue mas bien por no asustarte
Yo te robé el pensamiento, tan sublime y excitante
Es tan dulce ese recuerdo, que volvería arriesgarme
Adornaría tus senderos, me rendiría a tus tardes
Olvidándome del viento, te entregaría las llaves
Atrás quedó aquel momento, donde todo era tan fácil
Hoy escribo en el silencio, y ya he elegido callarme
No soy de arrepentimiento, no soy de inseguridades
Pero te he visto contento, y en sus manos palpitante
A veces me muero de celos, a veces valoro tu coraje
Sigues soñando despierto, y yo cambiando de equipaje
Lo nuestro fue tan violento, tan caliente y tan quebrante
Te descubrí por completo, con mi esencia te quedaste
Mi error fue tocar el suelo, en mi turno de elevarte
Y tragarme los señuelos, de un corazón tan culpable
Se que extraño aquel anhelo, ese tu afán de conquistarme
Y aunque seguimos viéndonos, no eres mío como antes
Hoy tu pintas otros cielos, enloqueces otros bares
Yo con otros me divierto, sin de mi mente sacarte
Me recuerdas con un beso, que solías embrujarme
Tonteamos y salta el fuego, nadie se atreve apagarle
Y así vivimos tejiendo, este cuento tan farsante
Sintiendo que no merecemos, esta pasión tan cobarde
- Autor: Olivera Dayana ( Offline)
- Publicado: 29 de marzo de 2015 a las 19:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: Tasya
Comentarios1
Este sommier con sábanas que no arden/estas pilas de un timbre que se seco/la llamaré mañana hoy se me hizo tarde/esta forma tan cobarde/de no decirnos que no.
Hermosas palabras.
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