Nada tan erudito, tan lejano,
tan arcaico, tan noble, tan doliente,
tan pálido, tan triste, tan ardiente
como el fuego de nácar de tus manos.
El dolor es el sueño de tu frente
entretejido en nombres de cristales,
en la múltiple serie, en la indolente
procesión de conceptos minerales.
Para ti, que conoces la armonía
de sus suaves reflejos y el encanto
de su acerada magia quieta y fría,
es para ti mi canto.
Es para ti el color, la melodía,
el cristal infinito de mi llanto.
- Autor: Elena Casas ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2015 a las 17:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 80
- Usuarios favoritos de este poema: el poeta del abismo, Cecilio Navarro, kavanarudén
Comentarios1
Sentido, profundo
Destellos hermosos de un sentimiento puro como la la admiración, el respeto y el carino. Para esa persona que conoce los secretos de las piedras preciosas o no.
Un gusto leerte.
Un fuerte abrazo desde estas tierras itálicas.
kavi
Mil gracias, Kavi, por tus amables palabras. Me encantan. Un saludo para ti y otro par esa hermosa tierra de Italia.
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