Puede todo volverse nebuloso y perderse las riendas de nuestro tiempo
pueden caer las banderas atravesadas por balas
y las fortalezas de la cordillera ser destruidas por bombas
puede el mundo caer en giros delante de nuestra respiración agitada
y nuestras manos pueden desvanecerse por la guerra
pueden azotarnos la piel y el alma,
pueden poner piedras entre la cima y el presente
Pero nada podrá hacer que las Palabras eternas se disipen
nada hará que el propósito de restauración se concrete
nada detendrá el cabalgar del perfecto león con sus huestes blancas
nada callará el estruendo de los huesos secos formando el batallón
nada podrá contra el viento que sopla de los cuatro vientos trayéndoles la Vida.
Pueden volar las piedras sobre nuestros cabellos
pueden salir ríos de nuestros ojos que formen mares en la habitación
pueden haber luchas que descoyunten nuestra humanidad
pueden haber raíces levantadas que pongan un tiempo
nuestra piel entre los guijarros
pero nunca podrán evitar que nos volvamos a levantar
que en el nombre y por el nombre del Mesías
conquistemos el honor de beber de su copa
Por que nada podrá hacer que el designio dinástico brote en nuestra tierra
nada impedirá que los árboles arraigados en el río conquisten alturas puras
nada impedirá que tornados celestes nos transporten por la voluntad del Emperador
nada impedirá que los panderos se unan al canto y a la danza
sonando como voz del omnipotente, muchos mares embravecidos.
Está decretada la victoria maravillosa de la Verdad
el gozo inmaculado de aquella dama amada que brilla como la luna
están puestas las sillas, los vasos, los platos para la cena,
los músicos esperan afinando sus arpas y tambores
¡falta tan poco para la boda! ¡El casamiento que espera el firmamento entero!
de aquella única mujer brillante que es la Iglesia
con El príncipe del universo, su Jesús.
- Autor: Hugo Aaron ( Offline)
- Publicado: 31 de marzo de 2015 a las 15:36
- Comentario del autor sobre el poema: El amor mas grande...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 60
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.