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Última cena, Dios mío,
pan y vino en la mesa,
símbolos de cuerpo y sangre,
que por treinta monedas,
fue vendido mi Dios mío,
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Última cena, Dios mío,
y Judas Iscariote fue el traidor,
de doce discípulos,
sobre la mesa estaban,
cenando con Él, Jesús mío,
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Ay, Dios mío,
y oró y sudó sangre,
y sobre la hierba sus seguidores,
estaban orando,
y llegó la mala hora,
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Ay, Dios mío,
y vinieron a apresarlo,
y su antepenúltimo milagro,
una oreja sanó, Jesús mío,
y se lo llevaron preso a Dios mío,
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Y de Su boca salió,
siete palabras y caídas de pasiones,
salieron de Él como sabiduría,
y fue crucificado a muerte,
y su penúltimo milagro su muerte en una cruz,
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Y en tres días edificó el templo,
y era Su cuerpo que resucitó en tres días,
Su gran templo y gran salvación, para Dios mío,
y su último milagro: la resurrección,
que para bien sea Dios mío.
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- Autor: EMYZAG (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de abril de 2015 a las 00:52
- Comentario del autor sobre el poema: Que tengan un dia de recogimiento espiritual, para pedir perdon por pecados y espero que se los perdonen y sobre todo Dios Mismo.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 366
Comentarios1
Hermoso, sentido, profundo.
Un sentimiento religioso que se refleja en este hermoso escrito.
Esa última cena, entrega del Señor en el servicio, un amor profundo que se entrega, sirve, ama hasta el extremo.
Dios perdone todos mis pecados, mis culpas y siga yo un camino serio de conversión.
Un abrazo
Kavi
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