Ese ruido de antes cada vez lo necesito menos, a tu lado la mano danza torpemente y la caricia se va posando como una hoja en el agua que todo lo cambia con un trémulo roce vibrante. Esto de todas formas no es un canto a tu cuerpo ni a lo que veo en tus ojos de abeja domada, exalto la gracia con que a mi boca llega el idioma cuando te hablo corta, frágil, desdichada, alegre, sonrisa, me gustas, abrazo, maletas juntas, tu mano que me busca, tus ojos que sigo con un temblor agradable y voraz , el corazón salta, mis palmas sudan. Qué sutil manera de llegar tienes, luego explotas como las uvas que se deshacen en un mordisco jocoso y suave.
Así hay que pensarte, bajo las sombras más tenues que son casi nada y el pasto que sostiene la espalda como una alfombra cambiante,
te pareces al idioma que hablo antes de hablarte,
compuesto de figuras en un marco de mestizaje, tú las traes.
Y rompes en dos las palabras:
Esas curvas se deshacen como una rima que desaparece para dar paso a un suceso,
un rasgo fugitivo que permite distinguir la prosa del verso, pero así tan contigüos, tan adyacentes, la boca y el pensamiento es uno mismo, como el beso que inicias y yo termino.
Más tarde cuando te vea, el ruido no me va a hacer falta,
y las abejas te danzarán como si este seseo te silbara,
igual si no,
a mi poco me importa,
te imagino
eso me basta.
- Autor: Santiago Bonilla (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2015 a las 00:45
- Comentario del autor sobre el poema: Un texto algo compacto, ustedes juzgarán
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Robinson34
Comentarios1
me gusta, ya lo lei como tres veces y me gusta mas, parece que tus letras te invitan a soñar despierto, gracias por compartir.
Gracias por el comentario Robinson, sí, hay que intentar compartirlo todo, si no de nada sirve, para eso tienen que ser estos portales
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