Tú que ceñiste mi alma de alegrías
y que llenaste de luz el firmamento
fuiste el amor que disipó mis penas
y las cenizas que llevaba por dentro.
Tu me enseñaste a saborear las mieles
en tus jardines de prosas y de versos
fuiste la vid que me brindó aquel vino
de fresco aroma y de cálidos besos.
Ahora que el mundo parece vacío
y mi jardín lo ves en blanco y negro
aunque tu cuerpo no esté junto al mío
no te detengas, continúa tu vuelo.
Más, nunca olvides que a pesar de todo
te sigo amando como en otros tiempos,
pues no habrá risco, tormenta ni arena
que haga cambiar mi noble sentimiento.
- Autor: Alfonso J. Rodríguez M. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2015 a las 01:11
- Comentario del autor sobre el poema: El amor es un estado del alma... y este sentimiento está por encima de las imperfecciones!!!
- Categoría: Amor
- Lecturas: 360
- Usuarios favoritos de este poema: rosamaritza
Comentarios1
Hermoso poema y reflexivo comentario, mi querido Alfonzor, abrazo y beso de rosamary
Gracias por tu amable visita y por tu valioso comentario... Te devuelvo un beso y un fuerte abrazo mi querida Rosamary!!!
Alfonzor.
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