Tu recuerdo inmarcesible en la hojarasca
que se lleva el viento en curvas tus besos
ultramarinos, como otra razón olvidada.
Y hay un reposo...
Pues desde mi trinchera de soldado arrepentido
no hago mas que pensar en las noches
que tan sabias y violentas
fueron nuestro hueco de albergue
nuestro pan trasnochado y nuestro Amén.
También me obligo a la idea que contagia
el resto de mis ideas tristes, clonadas y borrosas,
de que fuiste terreno puro aun en el sudor
y que las canciones sonaban mejor con tu oído alerta
con tu pie haciendo tap, con tu boca haciendo la meme.
Sufro en silencio y con una sonrisa en los labios,
saberte ajena a nuestro espacio sin bordes
tan real y tan perfecto, que me duele caminar en él,
y supe por fin lo mucho que te adoraba
cuando te vi partir... como el niño que, curioso,
suelta el globo para ver que pasa.
Blas Roa
- Autor: Blas Roa (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2015 a las 01:50
- Categoría: Amor
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: ADOLFO CESAR MARCELLO
Comentarios3
muy bien desarrollado, gracias por compartir.
supe por fin lo mucho que te adoraba
cuando te vi partir... como el niño que, curioso, suelta el globo para ver que pasa...
Muy bueno !!! L.F
¡Qué poema tan hermoso, que visión tan cinematográfica de tu mente, a esto llamo yo Poesía! ¡Te felicito Blas, no sabes como he disfrutado leyendolo!
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