Cuando salga el sol,
mañana o cualquier mañana,
que se doblen los gladiolos
como si rezaran en silencio,
que las viñas susurren en los campos
y el aire traiga consigo
un rumor de amapolas cansadas.
Que el duraznero pinte el tiempo
de un naranja tibio,
que la brisa, como un suspiro viejo,
me devuelva los sueños perdidos,
los que dejé tirados
en la orilla de tus labios.
Que el sol se levante,
indiferente, perezoso,
en un otoño que no es mío
y me encuentre en tu regazo,
mientras los besos que callaste
me llenan de veranos tardíos.
Y si no sale el sol,
qué importa.
En tus ojos
se queda siempre la alborada.
- Autor: Gusechag (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2015 a las 14:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: el poeta del abismo
Comentarios8
Tierno y divino otoño es recorrerlo en tus versos, hermoso poema mi querido Gustavo, abrazo y beso de rosamary
Much as gracias Rosamary; un placer leer Tu hermoso comentario. Besos.
mUY BUENAS TUS LETRAS QUE ME GUSTARON MUCHO LEER, TE ABRAZO POETA.
Gracias Nelly me halaga Tu comentario. Recibe un fraterno abrazo.
Muy buen poema, un gusto leerlo.
Saludos de amistad.
Gracias poets amigo. Me alegra que Te guste mi poema.
Buenos versos poeta, me gustaron.
Un abrazo
Gracias Boris. Me halaga tu visita.
que poema tan bonito.
Gracias amiga por tan amable comentario.
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