Que triste destino de mis fieles compañeros
que me acompañaron por verdes pastos y terrenos yermos,
y que en el campo eran fieles guerreros,
con ustedes el calor no era infierno.
Ustedes que rozaron mi corazón con tal delicadeza,
que el blanco esférico besaba la red,
En sublime trayectoria iba tiesa,
la controlaba tal servidora a mi merced.
No se si se cansaron de aguantar,
pero iban siempre apasionados,
no se si fueron los crueles prados
o si se terminaron por suicidar.
Sólo se que hoy estoy de luto,
podría haberlo hecho mejor,
tendré que controlar mi pié bruto,
porque ahora su tumba es mi velador.
- Autor: Apolo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de abril de 2015 a las 23:46
- Categoría: Sin clasificar
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