Has creído porque me has visto
Jn: 20, 2
Quiso meter la mano en el costado
en la herida roja de Dios.
“¿Qué tienes ahí para mí?” -dijo-
“Quiero saber qué guardas,
qué escondes,
qué reservas.
¡Dámelo!”
Desde la honda lejanía,
desde el trono altísimo
de todas las edades y de todos los mundos,
los ojos del Resucitado
miraron un momento al temerario.
-Pedid y se os dará-.
Le permitió que hurgara con sus dedos
en las entrañas cósmicas.
-Buscad y encontraréis-.
Desde lo más profundo surgió al punto
un fuego tan intenso
que no fueron capaces de apagarlo
todas sus lágrimas.
¡Señor mío y Dios mío!
- Autor: Elena Casas ( Offline)
- Publicado: 12 de abril de 2015 a las 16:51
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 66
- Usuarios favoritos de este poema: Edmundo Rodriguez
Comentarios4
Bonita su visión del acto tomasiano. Atentamente
Gracias, Luis. Saludos
¡Que bello versos !...'' Porque me has visto, has creido... Dichosos los que creen en mí sin haberme visto''!...
Mi cordial saludo
Gracias, amiga
Querida Elena ,
Y muchos siguen sin reconocer al
Sublime Maestro .
Mi cálido Abrazo .
Eso digo yo. El sublime entre los sublimes. Un abrazo
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