Las luces de la ciudad encendidas como demonios en el trono de Dios
me guían hacia otro desesperado intento
de atragantarme con el mundo.
Los deseos de los fantasmas forman una orquesta
y los gatos callejeros danzan aterrorizados con la supervivencia.
En cada imagen proyectada me siento enérgico,
hábil en las brasas de este infierno
construido con el sudor de pobres infelices
en los que no puedo evitar verme reflejado.
La muerte nos recordará en cada esquina desierta
donde los pecados se sienten liberados
y no hay moral que los aprese en cárceles mentales.
Hago de sueños realidades dejando volar el humo y las palabras
mientras los secuaces de la noche me hacen parte de ellos,
tengo la necia esperanza del centinela que no espera ataque.
No hay química que frene las malas hierbas del jardín,
no hay diamantes que arañen el cristal de nuestros ojos
ni lunas que eclipsen el brillo salvador que encuentro en tu sonrisa
cuando los obstáculos son el camino.
Me siento fuerte en el fino hilo que me separa del abismo
por seguir creyendo que no hay nada que me lleve hacia algún lugar.
Este es mi optimismo,este es mi fuego,esta es mi magia,
este es mi frío pulso con quien borra las huellas de lo salvaje...
yo solo soy un vulgar individuo limitado
que se ha olvidado de la existencia del miedo.
- Autor: Adrian__ ( Offline)
- Publicado: 14 de abril de 2015 a las 19:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
Comentarios1
Me gustó, muy bien logrado.
Me alegra que sea de tu gusto. Gracias y saludos.
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