Descansa madre
ya no deben temer tus oídos medrosos
dos guardianes velarán tu sueño
no escuches el llanto de esta casa triste
el mal no debe tapiar tu reposo
pero hará vigilia en mi insomnio
Presiento la presencia del trastornador
lo oí silbar a mitad de todos los caminos
y traté de inventar una esperanza
Descansa madre
duerme como una llama sin tiempo
igual aunque estés tibia
tu sueño semeja a la muerte
Su palabra reprodujo las bulas de la futilidad
lo miré y mi memoria fue estrellada
contra la piedra de la soledad
Releí todas sus cartas
Endeble mariposa
ave cansada sobre las aguas de la muerte
a veces somos náufragos de sueños
a veces levamos anclas sobre sus turbios cursos
Fatua es la matriz de las parturientas
sólo acarrea maldiciones su pujo
miran como miran los intrusos
y engranan todas las castraciones
Tras el sueño su rostro parece inocente
A veces bajé hasta el foso de la soberbia
pero un día no volví a subir
y jamás volví a probar el agua del Aten
me perdieron las tinieblas
y no pude hallar el árbol que da frutos
de más grato sabor
¡Este es el árbol de la vida! me dije
pero no existe la vida
en su lugar hay sólo fin que se recicla
Ella se llama resentimiento
incineraré esta madriguera
pegado al seno de la matriarca
Hora de cenar en casa de los burladores
inhalo el olor de este hogar
palpo el vacío entre las paredes
beso las mejillas del asco
Se hace dura la noche
la mala hierba volverá a nacer
pero tendrá ahora ramificaciones
A veces la alegría vuelve a mis pies
como manso perro
a veces los niños se descalzan
portan una fuente de caramelos
y la bendición de las lágrimas
que no se tatúan
Esta es la llave que abre la puerta
por la que salen
quienes no piensan regresar
Escuchen el llanto de esta casa
escúchenlo
- Autor: alcides rojas ( Offline)
- Publicado: 14 de abril de 2015 a las 21:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
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