Cuando el día llegue. (El día anhelado)

Viendo el desorden en el que el mundo respira me senté pensando y dejé a mi lápiz escribir.  

Llegará el día en que la Diosa razón se entregue desnuda mediante los ojos de nuestros hermanos, más no por los espejos.  

Anhelo el día en el un libro se abra por pasión y este se convierta en uno de tus mejores amigos, que se mantenga presente en el corazón y que el rotulo de “Léeme por obligación” sea roto ante los ojos del lector.  

Deseo ver el día en que las fronteras del mundo caigan ante los pies sangrados de los ¨desconocidos” ese día, en que todos seamos bienvenidos con una sonrisa en todo lugar, esa sonrisa que me quedé esperando.  

Llegará el día en que las religiones entiendan que no han servido para nada, más que para dividir mediante la fé a las poblaciones del mundo. El día en que Dios sea encontrado en lo más profundo del ser, y no en cuatro paredes, ese día lo esperé.  

¡Con ansías! así espero ver el día en que no exista el dinero, ni mucho menos las clases sociales, ¿A quién se le habrá ocurrido semejante estupidez?  

Deseo ver el día en que las musas aparezcan relucientes por la vida,  y que estas ya no se escondan entre los versos de los poetas.  

Ese día yo sé que llegará, el día en que los políticos entiendan que la formula amar más amistad no es igual a intereses, el día en que ya no existan las promesas, el día en que sus bocas callen.  

Llegará el día en que nos confesemos ante lo humano, y que la mejor absolución sea un beso y un abrazo por parte de la vida misma.  

Algún día lo trivial disfrutará el éxito dormido por el cual el tren me dejó en varias ocaciones… y si, a veces lo pienso y aún lo estoy esperando.  

Moriré sonriendo, imaginando la vehemencia del amor, ya que a mis ojos nunca se le dio el placer de conocerle.  

El día, en que el amar regrese a ser una virtud más no una necesidad… ese día el cual esperé con mi vida… y no lo vi.