¿Quién lo diría, bien mío,
que ibas a estar mucho más cerca
que tantos a quienes a diario miro?
Y es que el amor se lleva dentro, mi bien,
y en el interior las distancias se hacen cortas:
para el que ama, el universo es un lugar pequeñito
donde sobran los cuerpos,
y las caricias entre almas enamoradas ganan sentido.
No hay noche en que no me desconecte
de mi cuerpo para ir donde tú,
mi bien, bien mío,
a darte las buenas noches
con un beso sin labios
y susurrarte un -te amo- en un suspiro.
Ni hay mañana en que no despierte
con el corazón de felicidad henchido
bien mío, mi bien,
por saberte siendo tú donde sea
pero sabiéndote en mi destino.
¿Y qué si mi cuerpo aún no conoce al tuyo?
Eso no importa al amor, no puede importarle
porque ya te estoy amando, mi bien,
lo que venga ya es ganancia, bien mío.
JCEM
- Autor: a77aque.jr (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de abril de 2015 a las 23:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: Giovanna Castellanos
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