Hoy he tenido que unir
Pedazos de corazón,
Ellos no tenían blasón
Y no se pudieron cubrir.
Fuiste dura al infligir
Palabra condena dura,
Me llevaste a la atadura
Como ladrón delinquir;
Llevaste toda mi hacienda
De la que orgullo sentía,
Fue vacío el alma mía
Atado a las crueles riendas;
Quien quiere la libertad
Preso de un labio rojo,
Despojo de la realidad,
Tal vez, ese era un antojo,
Complacida a tu temor,
En tanto me ahogo en penas
Ruin son estas cadenas.
Dices que no pediste
Que un iluso te amara,
En el fondo me mentiste
La palabra estaba clara.
No se prepara miel
Para adulzar las abejas,
Amarga estar tras las rejas
Disfruto la dulce hiel.
Como no fue suficiente
Con romper el aura mía,
Hoy me saludas sonriente,
Con ceños de hipocresía.
Te respondí pues creía
Que eras condescendiente,
Ya sé que es el impotente
Borracho con ropa curtida.
Como el orgullo no uso
Ni la lógica tampoco,
Emplearé de lo Barroco
La pluma con mucho pulso.
No me alcance el tiempo a mí
Para que me veáis llorando,
Vi tus verdes alas colibrí
Rápido el vuelo afinando.
Y en tanto pasa el tiempo
Yo te abrogo de mi cuita,
Llorosa esta la margarita
Antes acabó este cuento.
- Autor: DaniVera (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de abril de 2015 a las 07:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Aquiles Mirmidon
Comentarios1
Gracias, poetiza saludos
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