Allí donde la tarde
se cuaja de dorados
matices que lamentan
la ausencia de su sol,
espera por la noche
un alma desolada
y una lluvia de estrellas
le incitan al amor;
lejos se ven las luces
de una ciudad perdida
los bacanales sueños
se prenden de esa flor
y no tiene descanso
la flor desesperada
hasta que viene el alba
y le devuelve el sol.
- Autor: Alfonso J. Rodríguez M. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de abril de 2015 a las 00:47
- Comentario del autor sobre el poema: Aunque viva en su mundo de ramera, vive a la espera de su nuevo sol...
- Categoría: Triste
- Lecturas: 80
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