Lacera el alma tu confesión,
al saber que quieres esforzarte
y conquistar otro corazón...
Pero, tú a mí, ¡nunca me engañaste!
Yo misma a mi corazón engañé,
fue mi deseo creer ser amada,
a una vana ilusión me aferré,
dejé que mi alma, fuera conquistada.
Estas lágrimas, no son por tí,
más bien las estoy llorando por mí,
porque sé bien que ya te perdí
y a mi sueño dorado sucumbí.
Fue bello sueño tejido a la sombra
con sedosos hilos de tela de araña,
expuesto al temor y a la zozobra,
pero, lo último que mi vida sueña...
Es por ello que lloro su muerte,
sueño acariciado sin medida,
sepultarlo quisiera y ser fuerte,
pero queda por siempre abierta la herida.
Ese fuego que trajo a mi vida,
el amor que dentro de mí descubrí,
la esperanza, la ilusión perdida
aconsejan a guardarlo escondido,
¡Liberarlo con mi último aliento!
Annabella
Domingo 21 de febrero de 2010
- Autor: Annabella (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de marzo de 2010 a las 13:45
- Categoría: Amor
- Lecturas: 165
- Usuarios favoritos de este poema: Blancalina
Comentarios7
Te felicito muy lindas lineas
llenas de amor, ese sentimiento
que en ocaciones lastima y desgarra
el corazón.
saluditossss
BELLO, TIERNO.. Y EMOTIVO
UN BESO
DOLOR,RENUCIA, SIEMPRE ES ASI COMO DISFRUTAMOS MAS EL AMOR?
MUY BELLO GRACIAS POR COMPARTIRLO
Comparto tu sentimiento...!!!
Muy bello el poema!!!
Saludos!!!
hay dios!!!
animo amiga!!!
ya vendran mejores brios
te lo aseguro suerte!!!!
Hermoso!
♥
Cuando algo se ha querido tanto , es dificil negarlo , omitirlo en los sentimientos, por más realidades cotidianas que intenten sepultarlo.
Un abrazo amiga.
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