Encontré tus ojos...
y los esquivé, sofocado
en la idea de ser inoportuno.
Pero el impulso me lleva
una vez más a ese encuentro.
En la mesa, todos comentan amables
haciendo el marco ideal
a mi necesidad de hablarte.
Otros ojos, son los tuyos...
me miran quietos, francos
dejan que los mire
tu boca, entre abierta...
invita tentadora, amistosa.
La distancia que nos separa
se anula, percibiendo
la cosquilla de tu rubor...
hasta que por fin
elevaste tu mirada
salvando la mía.
Entonces, pude observarte
desesperada deglutir
el bocado que te atragantaba...
Tomé la copa de vino
y paladeándolo
continué dialogando
no sé que, con no se quién.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de mayo de 2015 a las 11:55
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 48
Comentarios2
¿Porqué a veces nos quedamos tan cortos y no vamos un paso más allá?. Un placer leerte. Un abrazo.
Solo por el temor del rechazo, de ser inoportunos, ese eterno e inseguro equívoco.
El placer es saber de ti
Un abrazo
Esteban
A veces vale más arriesgarse a quedarse con la duda o las ganas. Otro abrazo. Me gustan tus historias sea en verso o prosa...
Me recuerda a épocas de juventud cuando la timidez me abrazaba.
Muy bello y cierto este poema.
Que tengas un lindo fin de semana; deseando que el temporal anunciado no nos afecte.
Si la timidez, es sinónimo de juventud, yo califico para adolescente.
Bueno, al menos alguno de mis personajes.
Gracias por los deseos.
Esteban
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