Me hieren estos vientos paracas
corriendo obtusos , inexorables,
de mantos teñidos y polvorientos,
al filo de este agosto moribundo.
Me duelen sus garfios sibilantes
hendidos en la somera garganta,
mensajeros del desierto salobre,
pétalos de las piedras solitarias.
Enormes , enmarañados treparon
territorios, amarrados de la tarde,
y llegaron de repente, por los techos,
sin gritos ni silencios de campanas.
Qué me dirán sus frías bocanadas
pasando el desfiladero de mi costado;
si no entiendo el batimiento de sus alas
ni su triste machacar en las ventanas.
Y volverán un dia o tal vez mañana
con el silicio revuelto y las arenas,
desde el fondo de las grises llagas,
mensajeros de las noches magras.
Autor: Gustavo Echegaray A.
- Autor: Gusechag (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de mayo de 2015 a las 20:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 217
Comentarios5
Gracias amigo, un enorme halago viniendo de un gran poeta.
Un fraterno abrazo.
Grandioso y genial poema
este que nos has plasmado,
sobre el viento como tema
y el arte como legado.
Un abrazo desde la Mancha de.
joanmoypra
www.sancholanza.blogspot.com
Bello poema, amigo. Tus letras transmiten muy bien el sentimiento.
Me encantó leerte.
Un abrazo.
En primer lugar quiero felicitarte por el hermoso uso del lenguaje.
Un poema hermoso.
Un abrazo amigo poeta.
Un gusto leerte amigo... y describes a Paracas... estamos en contacto poeta y compatriota, un gran abrazo!!!
Gracias Jorge. Es muy gratificante leer tu amable comentario, lo mismo que los poemas que escribes.
Un abrazo
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