Y EL SE QUEDO QUIETO

Adolfo Cano

 

Por la calle caminaba

Desprevenido y tranquilo

De un golpe certero,

En el cuello,

-¡Madre!-

Le hicieron besar el suelo.

 

De la calle dura. De la calle muda.

¡Ay! Madre

Recibí en todo mí ser,

sus rápidos estertores,

Su frio y su palidez.

Todos con él

-¡Madre!-

Todos nos quedamos quietos.

 

En la calle dura. En la calle muda

  • Autor: Adolfo Cano (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 5 de mayo de 2015 a las 20:47
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 43
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