Yo nací para creer
que el cielo era el paraíso
y accedías a ese piso
aunque no lograras ver.
Y fue, pasando al crecer,
que la idea original
se quedó en el orinal
sin llegar a florecer.
Y asi me ocurrió que yo,
el roble joven, fornido,
se convirtió en descreído
y del cielo se apartó.
Ahora en este atardecer
busco a Dios y ya no veo
y aunque lo encuentre, él no creo
me quiera reconocer.
©donaciano bueno
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de mayo de 2015 a las 01:38
- Comentario del autor sobre el poema: Así es la vida en general. Cuando naces, sigues las directrices de los que te educan. Cuando crees que tienes la capacidad de andar por tu cuenta, tomas tus propias decisiones. Cuando llegas al final y ves las orejas al lobo, intentas retornar al principio.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 23
Comentarios1
Somos cambio continuo; en nuestro organismo lo vemos día a día; y en ideas, pensamientos y creencias ocurre otro tanto.
Si es que Dios así nos hizo; así nos tendrá que admitirnos; no creo que sea un chaquetero y se vuelva, reproche lo que el mismo hizo; tal cosa nos ocurre a los hombres porque no somos Dios, pero el es Dios echando en cara no se que cosa, si yo me levanto día tras día y hago lo que debo hacer. ¿o no?.-
O no o si un abrazo amigo
que este se va a dormir
Que descanses.
Como decía Heráclito, "panta rei", es decir todo va evolucionando y nosotros también.
Un abrazo
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