She/
Te estoy llamando, simplemente mi office anterior se llevó consigo la alfombra mágica que solía llevarme hasta ti y traerte de vuelta. Me gusta tanto que seas mi amigo, que estés siempre ahí, aunque siempre no nos veamos, aunque siempre no nos hablemos, aunque siempre no nos escribamos.
Hoy es uno de esos días en los que me encantaría vestir de poliéster azul y que fuera domingo para entrar al pase en la guagua de Chicho, o que un apagón nos sacara del aula y nos dejara en el aéreo mirando las estrellas, o mejor, que un aguacero nos dejara atrapados en un aula vacía jugando a los amantes que nada saben y todo quieren descubrir. Mi cuerpo tiembla al pensar en todo eso. Y al pensar que fuera hoy de nosotros en cualquiera de esos lugares después de todo lo aprendido en todos estos años no puedo evitar que todo dentro de mí de vueltas, tiemble, vibre. Con un marcador de papel pinto muñecos en una hoja en blanco que estaba tan bacía como lo está mi oficina ahora, y el frio del aire acondicionado me hace sentir la calidez de mi piel, te siento cerca, tanto como en aquella noche de lluvia. Cerrar mis ojos sería un peligro, recordar y matizar esta realidad con los recuerdos sería motivo de cambiar el clima. Voy buscando algo, algo que hará que sean insuficientes tu aire acondicionado y tu ventilador. Tu espalda y mis manos alejadas de ella pero tu piel atenta percibiendo dos perlas no filosas pero punteadas que hacen erizar todo tu cuerpo. Ahora de veras truena, como si el mundo quisiera regalarme un clima como el de aquella vez. Tu calor ha hecho girar mi cuerpo, tan unidos ahora ya no son solo dos puntas, alguien más ha despertado, ya se siente el calor, nuestro calor, se siente mucho más… mis labios húmedos y los tuyos celosos vienen a ellos, todo de ti quiere venir a mi, todo quiere venir, y a la vez preservar este momento… tus manos rozan mi cuello como lo hicieron un día, y vuelven a sentir lo que una vez sintieron… y…
He/ Heuuuffff, esas palabras me han dejado, como casi el 99 % de las cosas que nos decimos, a mil, y pudiera haber escogido no responderte a pesar de que me lo exigiste y con la justificación cierta de todo este trabajo que ya hoy se quedará para mañana, pudiera haber escogido no responderte y dejar pasar otro tiempo que puede parecer otro siglo.... pero... (y si la vida no tuviera tantos "peros"), pero no puedo evitar, como te decía, vestirme de caballero e ir a buscar un poco más de tu boca, seguir hasta tu garganta, y sacarte algo más que palabras, y quedar exhaustos, de tanto buscarnos y de tanto encontrarnos...
Como me gustaría encontrarnos, atrevernos a tanto, aunque en ocasiones esté latente el temor a descubrirnos distintos a todos esos recuerdos deliciosos que guardamos. Pero entonces, apareces siempre con es frescura de lluvia nueva a enjuagar desechos de rutina, a convidar a mi imaginación a tantas cosas a tantos deseos inconclusos...
Pero no ceses en esa intermitencia tan deliciosa de aparecer siempre a dejarme con estas ganas latentes....
She/ Es bueno saber que siempre estás ahí, y que siempre estoy en ti. Quisiera que durmieras hoy conmigo digo, que soñaras conmigo, pues es difícil, al menos en las primeras horas, que durmieras a mi lado. Un beso, de cualquier día que dure siempre dulce, húmedo y cálido hasta la próxima vez. Me gusta ser tu tatuaje azul poliéster. Me gusta todo esto. Me gustas tú.
Comentarios1
HERMOSO!!!!!!!!!
EN VERDAD ME ADENTRÉ EN EL DIALOGO Y LO DISFRUTE...
SALUDOS POETA
ISIS M
muchas gracias, el preuniversitario siempre dejó historias como esas.
Feliz día de las madres.
saludos. Nervys
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