Dame tu sangre excitada,
tan solo un instante,
y la beberé todita,
gotita a gotita,
libérame del invierno,
dame tu primavera,
no me quites la gloria,
de saberte mía,
dame tu sangre,
que hierve mi mente,
y enerva como nadie,
mis profanos deseos,
tu eres la única,
que vive en mis sueños,
y me enloqueces,
con el frenesí de tu cuerpo,
una gota de tu sangre,
acarició mi corazón,
y ahí quedó pendiente,
esperando tu decisión,
no digas que no lo sabes,
si te devoro con la mirada,
no digas que no lo sientes,
si para ti son mis poemas,
no quiero que seas mi novia,
no quiero que seas mi amante,
solo quiero,
y para siempre,
que seas mi mujer.
Víctor Bustos Solavagione
- Autor: Víctor Bustos Sola (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de mayo de 2015 a las 00:02
- Categoría: Amor
- Lecturas: 94
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