Me despido por cierto tiempo.
Pronto he de regresar.
Cuerpo celeste que se enamora, coito nocturno bajo el firmamento, lucero morboso, inquieto u oculto.
Amante incesable deseosa de una inmenso oscuridad, para posarsé sobre su sábana blanca de satín lustroso
Amores que muerden por deseo, celosos hambrientos sobre el celaje, paraíso entre tus muslos; monte de Venus; amor de plata cuanto te amo.
Amor mío, !majestad! ha llegado una princesa desde Encélado besando su mano, es un privilegio cuando se es su esclavo.
Mimas, Tetis, Dione, Rea, Titán, Hiperión, Jápeto y Febe.
Tanto Tetis como Titán, siempre serán amantes sabré el desprecio, sin importar sus arras forjadas en oro, anillos preciosos que encadenan sus lánguidas vidas, esto termina con el amor.
Amada libertad, lastre de añoranza, dime por favor donde te escondes.
Marc Téllez González
- Autor: Marc Tellez Gonzalez ( Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2015 a las 01:22
- Categoría: Amor
- Lecturas: 156
- Usuarios favoritos de este poema: Marc Tellez Gonzalez, Isis M
Comentarios1
Sutil, tierno y apasionado, la descripción de un encuentro de dos amantes, como encender esa llama que mantiene dos corazones prohibidos
Exacto Arif, es un gran placer encontrar tu presencia en mis versos.
Tu comentario es muy bueno, ya que entendiste muy bienel contexto a transmitir en mi verso.
Gracias.
Recibe mi a brazo.
Marc Téllez González
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