Vivo en el eterno vaivén
del círculo vicioso de los amores prohibidos.
Los que vienen, los que se van
los que hago huir, los que nunca tuve;
y los que me desgarran el alma muy temprano,
antes de la víspera de la muerte.
Los que duelen, los que aun no me preparan
para la inminente necesaria partida,
los "amores sorpresa"... Los que marcan.
Este amor venenoso me ha secado el alma
como tronco de árbol que algún día quiso
reverdecer en el desierto.
Este ha detenido el tiempo para torturarme
mientras se marcha vistiendo orgullosamente la capa de la victoria.
Este amor me ha vencido, me ha derrotado.
He recibido una bofetada enmudecedora,
me han sido cortadas las alas en pleno vuelo.
Me ha dejado caer y me ha aplastado
como gusano ignorado al que el pie saluda sin darse cuenta;
y ha seguido su camino, se ha alejado vigorosamente.
Sin ver atrás, me ha dejado por muerta.
Comentarios2
letras llenas de sentimiento y tristeza pero hay que seguir luchando por cambiar nuestro estado,
saludos
Estupendo poema. De tanto ir y venir de los amores al fin, como que uno se encuentra con la horma de su zapato.
Me gusta.
Saludos.
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