Y así muere un poema antes de nacer,
Abandonado sin el deseo,
Perecido el sentimiento,
Habiendo apartado el pensamiento.
Pensamiento que cargaba letras de amor,
Tal vez una ilusión de ira,
Tal vez un susurro de tristeza,
O un mensaje de nostalgia.
Muere al anochecer,
Al iniciar nuestro suplicio,
Reviviendo las memorias
A la luz de la luna,
Pero solo con el egoísta deseo,
De sufrir en soledad.
Muere,
Al dejar que el dolor nos gobierne,
Sin el deseo de reanimar para bien el sentir,
En unos cortos versos con nuestro sufrir.
Muere,
Al dejar ese amor al descubierto ante el claro,
Sin el impulso de plasmarlo para la eternidad.
Muere,
Con el desliz de una sola lágrima,
Ante el brillo de la noche,
Es la dulce tristeza que jamás se verá escrita
En la belleza de un poema.
La poesía muere,
Al fallecer la esperanza de vivir,
A través del papel de la eterna soledad.
Tan incierta soledad,
Allegada solo aquellos,
Que coincidan al sentir plasmado,
Del corazón del poeta.
Por eso amigo poeta,
Nunca dejes de escribir,
Aunque sea una vaga idea,
O un solitario deseo.
Todo sentir debe vivir,
Más allá del pensamiento
Llegándose a convertir
En uno o varios versos.
- Autor: Tolerant Dragon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2015 a las 05:31
- Categoría: Triste
- Lecturas: 67
- Usuarios favoritos de este poema: Pepe Pnca
Comentarios1
Sin embargo, aun en las oscuras circunstancias que narran tus versos, aflora la inspiracion para hacer poesía tan bonita como esta que has escrito.
Pienso entonces que la poesía no morirá nunca amigo.
Saludos
Pues muy bien dicho, nunca morirá, mientras no la dejemos perecer, olvidándonos de la expresión de nuestros versos.
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