NO ES LA SOLEDAD

Aunque aun sigo confundida, sé que no es la soledad lo que me preocupa, llenar vacíos en mi corazón ya no me lastima. Quisiera decir que estoy mejor sin tu compañía pero fue tanta la intensidad de lo vivido, que aun es díficil cambiar el amor por mi alegría. Al día de hoy me miro al espejo y mi mirada sigue sin ese brillo que le caracterizaba antes de conocerte, la desolación sigue haciéndome compañia, sin embargo, sé que pronto encontraré la salida aceptando que lejos estamos mejor. 

Cuando ya no vengas a mi mente y tu recuerdo haya desaparecido, todo tendrá que comenzar. Sigo mi camino sola de nuevo pero con el convencimiento de que no tenerme a tu lado te hace feliz, que nuestra libertad tenía un precio y justo fue pagarlo con ausencia.

Han sido días díficiles, pude haber brillado para ti como el más radiante sol, pero te aferraste a la noche. Pude haberte llevado a volar en mi cielo pero te ataste al suelo, puede haberte hecho simplemente feliz pero tu preferiste huir sin ninguna explicación y no existe peor adiós que el que no se dice.

Podría engañar a todos diciendo que ya no te extraño pero los suspiros me delatan con el solo hecho de pronunciar aun tu nombre, así que mi alegría por un tiempo más se quedará prisionera hasta que el olvido llegue.

Eugenia Aguirre