Disfrazado de turista
se iva sumando a la lista
de aquel que no entiende nada;
él se miraba al espejo
sin verse jóven ni viejo,
mas distinto a la manada.
Una mueca en su semblante
iva marcando el talante,
su existencia malograda;
soñó con ser bandolero
para meterse a barquero
y endulzar la mar salada.
No sabia de sacrilegios
y aún menos de sortilegios
ni soñaba con la almohada;
su vida fue un manuscrito
donde todo estaba escrito
y su sombra era alargada.
Andaba siempre sediento,
agarrado al sentimiento
de una soledad soñada;
no tuvo ni dios ni mundo
obviando lo nauseabundo
y ya nada le importaba.
Llegó al fin a su pesar
y se propuso pasar
dando al globo una patada;
fue el universo su villa,
su rincón era Castilla,
y su fortuna, la nada.
©donaciano bueno
- Autor: donbuendon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2015 a las 02:04
- Comentario del autor sobre el poema: Vino a este mundo sin saber para que vino. Y entre copa y copa de vino se fue estrujando el racimo. Y ni siquiera fue mosto, pero le llegó su agosto, su destino sin destino.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Pepe Pnca, SANTAPAU
Comentarios2
Magnífica reflexión de una vida amigo Donaciano.
Fuerte abrazo
bambam
Siempre la vida de por medio, ¿por qué sera?
Un abrazo y gracias por tu comentario.
Así es la puta vida Donaciano, cuatro cosas mas que nadie sabe, tres en que has podido hacer felices a los demás, y un sin fin de altibajos indiferentes.
Un abrazo amigo
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