Los almendros, secos y ennegrecidos sobre el campo estepario.
Espectros que con sus ramas desnudas se asemejan a añejos esqueletos.
Fantasmas amenazantes que esbozan muecas de vacío.
Cementerios de tierra y abandono.
Noche y tiempo unidos.
Decrepitud, silencio, muerte.
Lejos quedaron primaveras de nacaradas flores, de colores y de aromas.
Parásitos y larvas pululan donde volaron laboriosas abejas.
Os conocí en vuestra infancia, os vi crecer y ofrecer mil veces vuestro fruto.
Fuisteis sombra fresca, emporio de belleza, adorno de fértiles llanuras.
Recolección y trabajo.
Marmóreo palacio de alondras y ruiseñores.
Paz en el entorno, prosperidad, hermosura recortada sobre un azul eterno.
Hoy, polvo y madera vieja.
¡Ay de mí! En vosotros me miro, y en vosotros me reconozco.
Mas, ¡no! Aún es tiempo de frutos, y de flores otoñales.
De amor y de caricias.
Viento de Levante
- Autor: Viento de Levante (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de mayo de 2015 a las 18:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: huertero
Comentarios4
Los árboles... como la vida; pero con optimismo porque falta recorrer un buen trecho.
Hermoso poema.
abrazo
Guillermo
Gracias Gui: acertada comparación con el binomio árbol, vida.
Un saludo. Viento de Levante
Lindo poema, me gusto ese final que invita a continuar, saludos!
Gracias Garlok. Es cierto. Hay que continuar.
Viento de Levante.
Me gusto !!!!!!
Huertero: Gracias, es un honor para mí.
Viento de Levante.
Son los ciclos de la vida, pero es hermozo que podamos disfrutar de esos cambios, en nosotros aparte del paso del tiempo , lo comparo con las tristezas y las alegrías, es como florecer y marchitarse con cada sentimiento.
Un abrazo Shira
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