Si era fatal decírtelo,
jamás
lo hubiera hecho.
Lo que queda, ecos,
nocturnos, muertos en su lecho:
agonizantes, olvidados.
Nada como vivir sin noche,
y ahora, aquí frente a mí
tantos afanes muertos.
¡Tan bien que se veía!
pero tan fatal
que ni el sol mismo sabe
cómo muere cada día;
mas entre la realidad
más honda,
y la verdad tan áspera,
si he de morir por algo
que sea
-rosa de filo-
por haber dicho
que "Te amo".
ANDRES SARELLANO MTZ
DERECHOS RESERVADOS
- Autor: ANDRÉS SARELLANO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de mayo de 2015 a las 13:51
- Categoría: Amor
- Lecturas: 159
- Usuarios favoritos de este poema: Brizas (Shira), pani, sanzsant
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