Dije al conocerte:
—No voy a enamorarme,
seré como un ave de paso
que no deja huella, ni gusta quedarse.
Mas, con tu agua fresca
cambiaste las cosas
retoñaron las rosas,
y encendiste la yesca.
Tu recuerdo en mi mente anida,
me robas el sueño, me robas la paz,
pero me regalas la vida,
en cada beso que das.
No debo amarte tanto, me dices.
¿Por qué desconfías, amor?
¿Es porque no conociste días felices?
¿O en tus recuerdos solo hay dolor?
Yo te quiero mía, no te anhelo santa,
te quiero radiante princesa de luz,
contigo a mi lado ya nada me espanta
eres carga preciosa, mi liviana cruz.
- Autor: Gabriel Aragon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de mayo de 2015 a las 10:15
- Categoría: Amor
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: pani
Comentarios3
PRECIOSO POEMA DE UN CORAZÓN ENAMORADO...
muchas gracias por el comentario
Bien elaborado de alli lo bonito de Tu poema.
Saludos
me agrada que así lo consideres, gracias Gustavo
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