Desde el balcón del hotel donde alojado estaba
En un pueblo anclado a las márgenes del Magdalena
Contemplaba el rio, En una tarde cálida y serena
La escena del sol que se escondía en el poniente
Y el navegar de piraguas me embriago de poesía
Vi el volar de gaviotas como buscando el nido
Y el bullicio de la gente que caminaba en el puerto
Se fue apagando de apoco mientras llegaba la noche
Para dar paso a la luna que con su luz trae la alegría ante la excelsa quietud
Mientras contemplaba el rio y los ensueños de la luna.
Se me inundo el alma con la angustia de la soledad
Quebrantando el corazón con un deseo de llorar
Pero muy esperanzado en que los días avancen ¡para poder llegar!
Comentarios2
Y esa es la mejor manera de escribir rodeado de un atardecer en un banco de un lugar hermoso y por eso tu poema me ha encantado, me quito el sombrero por lo que has escrito ha sido de todo mi gusto poético.
¡Un abrazo estimado poeta y compañero de letras!
gracias Luna por tu comentario y por dedicar un momento a leer mis poemas, Hashem te Bendiga. Shalom Ubraja.
Que bellas son esas inspiraciones cuando las almas se entregan a visualizar en el paisaje el maravilloso sonido del propio corazón, imbuido y abstraído de todo lo que lo rodea y en armonía vuelca en su pluma lo sentido.
Muchas gracias por compartirnos tus bellos sentimientos, gracias Poeta JUIGA.
Con mi cariño
*Diluz
que el Eterno Di-s de Israel os bendiga Diluz, me agrado tu comentario, gracias por leerme. Shalom Ubraja.
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