Desde el dulce umbral de mi niñez
Mi mente divagó entre ilusiones
Te admiré desde arroyos de fe
Hasta el gran mar de mis intenciones
Y desde ese umbral, hasta el postigo
De el hoy, que camino cual mujer
Mi divagación sigue contigo
Y como mujer… ¡Cuanto te amé!
Quiso fiel destino, que se abrieran
Esos mares de mis intenciones
Y ni bien, en orillas te hallé
Hice realidad ilusiones
Y en mi dicha te pude tener
Hoy el arroyuelo se ha secado
Brilla hondo un océano que fue
Mis intenciones, total se han dado
Y tu amor, duerme en lo que soñé
Beatriz Vicentelo 21.5.15
Derechos Reservados
- Autor: Beatriz Vicentelo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de mayo de 2015 a las 21:22
- Comentario del autor sobre el poema: Es significativo porque fue dedicado a un amigo que falleció.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 82
- Usuarios favoritos de este poema: *Artemisa*, Lola Lola
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