Un niño se esmeraba, iba a buscar
Una flor bajo su almohada
Buscaba y buscaba
Una flor especial,
Mas nunca encontraba la que él quería.
La había soñado a la flor perfecta
Y el siempre creyó que si existía,
No se acordaba bien de que colores era,
Si era blanca y amarilla o si era roja entera,
Por eso fue a buscarla al Jardín del Edén.
Ahí había muchas flores
De todos los colores y tamaños también,
Y el bello rocío las cubría con una esencia
Como un fresco paño
Pero lo único que hacía
Era confundir más al pobre niño,
Y empañaba su alegría,
Y soltaba una lágrima por la mañana
Y sus sueños se iban por su ventana.
Varias flores se encontró, pero él ninguna quiso
A todas las ignoró, su desdicha lo deshizo.
Y después arrepentido, por su soledad pintada,
Decide ir a dormir, pero por tanto insistir,
Luego al despertar encuentra la flor soñada.
Fue amor a primera vista, fue hazaña bajo su almohada
Un martes por la mañana.
Comentarios1
Hermoso poema de un niño y su flor especial.
Saludos amigo,
David
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