Seré breve:
lógico es que el cristal quiebre
tras muchos golpes,
con los vaivenes,
con el ruido y los gritos,
con el descuido, el abandono
de los cuidados y cariños
que lo hacen hermoso.
Se quebró el cristal,
estalló en pedazos,
y me hizo sangrar el alma,
y me hizo cambiar mis pasos.
No hay cura cuando las grietas
son tan numerosas
que no encuentro las piezas
que llenan cada espacio.
¿Acaso no lo ves? No es extraño, no,
mira dentro de tu ser,
pues de ahí sale el daño
que ya reparar no sé.
Destrozaste la coraza
que cubría toda la fe,
el corazón derribó la casa
que te construyó con tanto querer.
Fue una medida urgente
para no quedar arrasado
por la guerra que defiendes
contra este soldado desarmado.
Ya no quiero tu futuro,
ya no quiero que me quieras
porque el recuerdo tuyo
lo enterré bajo escombro y piedras.
Ya no gastaré mi esfuerzo,
ya no voy a luchar solo,
ahora la paz que tanto espero
la hallaré en otros ojos.
- Autor: Silencio Sonoro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de mayo de 2015 a las 06:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 76
- Usuarios favoritos de este poema: pani
Comentarios3
HERMOSO Y SINCERO POEMA...
Bello poema salpicado de desilusión
Un abrazo desde Perú
Eugenio Sánchez
Hola:
Son versos entre las brasas,
luminosos y con cierta pasión.
Un registro anímico muy potente.
por parte del hablante.
Saludos
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