La ambición no es buena.(1)

¡Ya llegaron! ¿Cómo les fue en el trabajo?

Nada no encontramos nada,

pero mañana iremos otra vez,

 tendremos mejor suerte ya veraz Anita,

---si manita!

lo conseguiremos y ganaremos lo máximo.

Le contestaron emocionados los dos  a la chica,  

que sólo atinó a sonreír.

Ésta bien tengo esperanzas de que les vaya mejor mañana,

mientras dense un baño y me acompañan,

a donde tengo que ir, ¿ok?.

¡Los quiero!

De verdad nos dejarás acompañarte, gracias

no, nos tardaremos.

Muy cóntentos entraron...

después del baño salieron como nuevos.

La ida era a la colonia de enfrente, les gustaba ir,

tenia maquinas traga monedas,

así que se fueron a divertir y ha probar suerte.

Juan , Mauro y Ana salieron muy contentos.  

Llegaron, Ana repartió lo poco que traía,

entre los tres y les dió la bendición.

Anita lo hizo con cariño ellos eran tres huérfanos,

que habían crecido juntos en las calles.

Juan y Mauro eran hermanos de sangre,

 Anita solo los acompañaba.

Para no estar sola y porque se encariño,

con ellos desde chicos,

siempre andaban juntos defendiendo,

y compartiendo lo que conseguían para comer.

Los alegró tanto ganar y de repente,

Mauro se emocionó, y tomó de la mano a Juan,

 salieron y ni siquiera dijeron adiós,  

la joven que solamente sonrío.

Entraron y Mauro traía la adrenalina,

de la euforia de ganar que hizo una sola

apuesta con el total de lo que traía.  

Juan solo lo miraba asombrado y lo

escuchaba ¡Vamos a ganar!

¡ Lo sé !... ten las manos listas o,

consigue una bolsa ...ja ja ja …

Sucedio ¡se ganarón una cantidad ...!

la máquina trono, cómo se dice

en los casinos...no entraron a uno solamente,

que tenían clandestinamente unas

de esas máquinas en una colonia,

no muy recomendable que digamos.

Por eso no llevaron a la joven,

juntaron el dinero, ya era mucho el alboroto,

y de pronto se

vieron rodeados de algunos tipos mayores .

Juan se dió cuenta así que repartió algunos billetes,

lo mas pronto que pudieron se alejaron

...los dos hermanos.

Al encontrarse con Anita le platicaron,

repartieron entre los tres lo ganado.

Juan le dio la mayor parte a su hermana del alma y se acostaron a dormir.

Mañana sería especial, comprarían todo lo que nunca habían podido tener.

Que Dios te bendiga.

SENTIMIENTOS Y REFLEXIONES 

DE TÚ AMIGA   

CORAZÓN LIMPIO