A medio camino ausente,
un brote de mi desprecio
recoge la estela rota
de los espíritus muertos.
La sombra busca la mueca
del tiempo que aguarda quieto,
entre enjambres de jacintos
que se abren con un gesto.
A medio camino crees
que el viento es de terciopelo,
los soles son caracolas,
las mentiras van sin velo.
Pierde sentido el dilema
que acusa mi pensamiento;
de almas en fuego que visten
ornamentas de recelo.
Y mira que soy arena,
tierra fría de hechiceros;
¡Doncella de la placeta!,
¡Querubín del ventisquero!.
- Autor: Carlos Alba ( Offline)
- Publicado: 1 de junio de 2015 a las 02:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 92
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.