Tengo una paz de infinito
en el bolso,
un fósforo para encender
cualquier chispa
que marque desahogo.
Tengo
la paz del sepulcro,
la que dejo y la que llevo;
tengo el sepulcro blanqueado
y la paz sea contigo.
Tengo la paz de desidias
y la paz de olvidos.
Tengo el relajo de paz
para perderme
y la angustia en paz
para exaltarme.
Tengo cada tonta manera
de llamarse a sí mismo
-tonta-retonta-retontona-
sea contigo mi pesadilla,
sea conmigo tu aleluya.
Recorriendo lugares
donde habitan los muertos de muerte
y los muertos de vida.
Con los muertos de risa
recorro estaciones y me muero.
La promo ofrece muertes indoloras
y delirios místicos;
fotos de recuerdos
en remeras blancas
y banderines.
Solo estamos en eso.
Viajando paz y muerte.
Agencias de turismo
y turismo aventurero.
Paquetes con spa y hoteles,
o mochila y trenes
ofreciendo abrazos para extraños
o plástico dorado a las sonrisas .
Adecuándose al bolsillo
o agujereando telas,
debiendo a largo plazo
o convirtiendo una lata de atún en moneda.
Paz y hastío.
Del corazón convergiendo.
Haciendo de cenizas
des-olvido.
- Autor: Mónica Laneri (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2015 a las 12:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 161
- Usuarios favoritos de este poema: pani, Luzbelito
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