Siempre tuve recuerdos
y quien no los ha tenido
aquellos que te laceraron el alma
los que destruyeron tu interior
los que te llenaron de lágrimas
los neutrales, los enigmáticos
como aquel árbol de capulí
que creció en aquella casa del sur
que se ahora ya no existe
y que nunca más podré visitarla
era la casa de algún amigo de infancia
cuyo nombre e imagen se borró
para siempre o para nunca
la fatalidad de haber sido niño
en un país de apátridas y letargos
de haber ido a la escuela que te castra
la inconciencia de ir aprendiendo
lo que nunca hubieras querido conocer
la tristeza de la graduación
que quedó grabada para nunca
en una foto enmarcada en oro
que ahora cuelga y se llena de polvo
y apenas he llegado salvo y sano
como para medir la decrepitud
de saberme irremediablemente yo mismo
sin escapatoria posible
yo mismo y mis memorias
esa dimensión de la decadencia
esa tristeza que quiere ser alegría
pero debo convencerme
que pudo haber sido peor:
pude no haber tenido una mano de mujer
o haber sido borrado en un inesperado
evento de ligera muerte
de irremediable y aberrada muerte
y estoy aquí como para contarlo
con esta voz apenas insignificante
este grito sordo que nadie escucha
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Autor:
lapiedraviene (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 5 de junio de 2015 a las 23:39
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 69
Offline)
Comentarios2
Estupendo poema, amigo; sólo el que ha vivido mucho y conoce bien los dolores de la vida, tmb sus intemperancias, y aun sus buenos momentos, puede darnos con claridad ese espejo del alma que nos brindas.
Abrazo
Guillermo
Abrazo y gracias por comentarr.
Es interesante sentir que la voz en tu prosa ha sido devorado por el vacío, no hay tristeza ni melancolía, sino una vida pasada amarga y funesta, que en el presente cubre de asfalto la tierra verde que quizás tiene, y al mirar el cielo solamente ve una mancha negra oscureciendo sus ojos y en un final la ventana del alma, y en su retina el alma esclavizada..., buena prosa...
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